El rezo y la oración analizados por un ateo

Pase por aquí a saludarte y me encontré este excelente artículo que has publicado. Muy cierto lo que dices, si Dios fuera omnisapiente y omnipresente no habría necesidad de sucumbir y tener que hacer plegarias u oraciones, pues antes de que nosotros pronunciaramos una sola palabra, Dios ya sabría qué es lo que nos ocurre y si permite la maldad y espera a que nos humillemos ante él, tal vez no sea un dios bondadoso y por lo tanto no existe Dios, pues el supuesto Dios, al permitir el sufrimiento, eso nos demuestra que no es ni omnipresente, ni omnisapiente, ni todo poderoso. Por otro lado mi estimado Carlos, ambos sabemos que Dios no existe pues nadie ha demostrado su existencia y de igual manera, nadie ha demostrado la existencia de las hadas, del monstruo del lago Ness, del monstruo del spaguetti volador y por eso no creemos en su existencia; pero tampoco podemos apartarnos de que la oración tiene un poder psicológico que influye en un individuo en su estado de ánimo, es como un desahogo y tal vez tendría los mismo efectos si tuvieramos a un amigo con el cual platicar nuestras penas en ese momento. Nuestro organismo es muy complejo que a veces cuando investigo más, me da la impresión de que no tenemos libre albedrío, pues nuestras emociones, pensamientos y sentimientos son el producto de sustancias en nuestro cerebro como lo es la dopamina, la adrenalina, la oxitocina y otras más.

Un caluroso abrazo y que recibas un próspero año en compañía de familiares y amigos.
Siempre es un placer leerte.